Uno de los primeros proyectos propios que lanzamos en Cuerdas Pulsadas fue el buscador de tablaturas, que presentamos hace ya unos cinco años y que cuenta, fundamentalmente, con la colección de tablaturas de Sarge Gerbode, aunque siempre pensé en ampliarlo sumando a este buscador otras colecciones similares. Lo cierto es que siempre tuve en mente realizar un análisis de los datos de esa colección, pero sólo es ahora cuando he encontrado la oportunidad para hacerlo como se merece. Me gustaría, antes de pasar a compartir el análisis, aclarar algunas cuestiones sobre el mismo:  
¿Es éste un estudio exhaustivo o riguroso sobre el patrimonio de la cuerda pulsada?
En absoluto, mi intención es sólo estudiar una colección de tablaturas particular, por lo que las conclusiones son parciales y la muestra es totalmente sesgada. Tampoco soy un especialista de la materia, tan sólo un aficionado, por lo que carezco de herramientas fundamentadas para dar respuesta a algunas de las cuestiones que pueden deducirse de los datos. Mi única intención con este análisis es mostrar los datos de esa colección de una manera diferente.  
¿Se puede otorgar algún grado de fiabilidad a las conclusiones?
No, toda vez que el origen de los datos tampoco lo es. No podemos confiar en que las fechas, autores, títulos o modos sean correctos y tampoco datos particulares, como la dificultad de una tablatura.   Una vez aclarado que esto no es más que una visión divertida, curiosa y ciertamente interesante de una colección concreta de tablaturas, os comparto las conclusiones.

Detalles sobre el origen de los datos

La colección de Sarge Gerbode dispone de una hoja de cálculo que detalla todos los elementos, con información como:
  • Autor
  • Año
  • Modo
  • Dificultad
  • Título
  • Tipo de pieza
  • Documento y página
  • Personas que han trabajado en la transcripción (intabulando, revisando, editando)
  • Instrumentos o tipo de ensemble para el que está pensada la pieza
Por tanto, es un origen de datos muy interesante y prácticamente listo para ser analizado.  

Tratamiento de los datos

Dado que la fuente está bien estructurada, no ha sido necesario aplicar muchos cambios, aunque me gustaría destacar tres operaciones en especial, que permitirán comprender algunos de los análisis:
  • El campo “año” requirió tratamiento, para tratarlo correctamente como un dato numérico y eliminar valores incorrectos.
  • Añadí un campo calculado “década”, para agrupar los datos en rangos de tiempo.
  • Los campos “título” y “subtítulo” requirieron también tratamiento, para extraer las palabras de valor.
En este último punto cabe destacar la eliminación de lo que se conoce como “stop words“, es decir, aquellas palabras en diferentes idiomas que no tienen un significado específico (preposiciones, artículos, conjunciones). Eso supone eliminar “el” en español, “the” en inglés, “le” en francés… tarea relativamente fácil actualmente, ya que existen diccionarios en varios idiomas específicos sobre “stop words”. En concreto, he eliminado las “stop words” del español, inglés, francés, alemán e italiano.

A continuación la parte divertida e interesante, el análisis de los datos:  

Timeline de tablaturas

En esta gráfica, se aprecia la evolución en la fecha de composición de la colección de tablaturas. Obviamente no podemos extraer conclusiones generales sobre la distribución del corpus de cuerda pulsada en el tiempo, pero si puede ser acertado destacar sobre qué períodos existe mayor interés en intabular en la actualidad (ya que, recordemos, esto no deja de ser una colección de intabulaciones) o, por ejemplo, la existencia de composiciones modernas para el laúd. La muestra abarca desde 1250 hasta 2011, con un acusado volumen en el período entre 1600 y 1670.        

Análisis de compositores

Aquí se puede apreciar la distribución de obras por compositor, es decir, un top de compositores en este conjunto de datos. De nuevo, no se pueden extraer conclusiones generales sobre la cuerda pulsada, pero sí sobre qué autores son los más practicados o conocidos, o bien sobre qué autores se ha incidido más en disponer de un catálogo completo de su obra. Más allá del anónimo que destaca en primera posición, tenemos algunas sorpresas en esta gráfica. No sorprende encontrar a John Dowland, Miguel de Fuenllana o Francesco da Milano entre los diez primeros, pero al menos a mí si me ha parecido inusual encontrar a Elias Mertel, Emanuel Adriaenssen, toda vez que no son habituales en los programas de conciertos o en las grabaciones.    

Timeline de compositores

Considero que esta gráfica es una de las vistas más interesantes del conjunto de datos, fundamentalmente porque permite apreciar la evolución en el tiempo de los principales compositores, en una panorámica muy ilustrativa.      

Timeline de modos

Otra vista particular de la evolución del corpus de cuerda pulsada que, en este caso, permite analizar la evolución en el uso de los modos a lo largo del tiempo. En esta vista me parece intesante destacar lo que pueden ser estilos puntuales o de transición, como el uso de los modos Si bemol mayor y La menor en torno a las décadas de 1590 a 1610. Seguro que alguien tiene una respuesta fundamentada a algunas de las preguntas que puede plantear este gráfico.      

Uso global de los modos

Si condensamos la vista anterior en un modelo donde el tiempo no sea una variable, obtenemos esta vista en la que, de forma general, podemos observar qué modos son los más usados. De forma bastante acusada, la música de laúd, independientemente de la épica, está articulada en torno a sol, do, re y fa.      

Uso global de las formas musicales

Me pareció interesante conocer también qué formas musicales son las más practicadas, de forma que esta vista permite verlo en un sólo gráfico. Caben destacar las más representativas, como la canción, el madrigal, la fantasía, la pavana, la gallarda o la intabulación de música vocal. Quizás sería interesante añadir a esta información la variable de tiempo, lo que permitiría analizar el inicio, eclosión y ocaso de las formas musicales conforme avanzan los estilos y las modas en el tiempo.      

Análisis de la dificultad

Siendo este dato claramente subjetivo, no deja de ser también relevante analizar qué grado de dificultad percibimos en el corpus de la cuerda pulsada. Claramente hay un reparto acusado en dificultades medias (valores dos, tres y cuatro), aunque existe también una pequeña porción en torno a la dificulta más alta. Para los más curiosos, el 50% de las piezas de dificultas más alta son de nuestro querido John Dowland, seguido de Daniel Bacheler y Alessandro Piccinini, en ese orden.      

Análisis de la dificultad en el tiempo

Si añadimos la variable tiempo al análisis de la dificultad, podemos observar que gradualmente se ha ido incorporando dificultad en la interpretación. Claramente se percibe una línea ascendente, una tendencia acusada a incrementar la complejidad en la música conforme los estilos se hacían más refinados y el lenguaje del laúd se hacía más rico.      

Análisis de las palabras más usadas en títulos

Quizás una de las vistas más divertidas del análisis, ya que nos permite ver qué palabras se utilizan más al titular las obras. De forma predominante aparecen las formas musicales, ya que muchas composiciones no tienen un título específico. Así, podemos ver gallardas, dúos, preludios, fantasías, ricercares, pavanas, courantes, alemandas… Pero más allá de las formas musicales, resulta fascinante encontrar palabras como “amor” (love, amour), “lady”, “lord”, “queen”, “away”, “dear”, “dance”, “sweet”, “delight”, “fortune”, “jour”, “eyes”, “night”… que creo que reflejan muy bien la intención y el propósito de la música de la cuerda pulsada.      

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